Mejores prácticas: Proceso de Diseño

Mejores prácticas: Proceso de Diseño

23 abril, 2015

El diseño en si se puede definir como un proceso de configuración mental en la búsqueda de una solución en cualquier campo y la creatividad como el acto intuitivo de diseñar. Como podemos ver, no es un hecho artístico en sí mismo, es un proceso de creación y desarrollo para producir un nuevo objeto, si bien requiere de consideraciones tanto funcionales como estéticas.

Diseñar es una tarea compleja, dinámica e intrincada. Es la integración de requisitos técnicos, sociales y económicos, necesidades biológicas y ergonómicas con efectos psicológicos, el uso de materiales, forma, color, volumen y espacio, todo interrelacionado con nuestra propia humanidad. De aquí la responsabilidad ética que debe tener todo diseñador, independientemente de la rama en la que se enfoque.

El proceso de éste diseño suele implicar las siguientes fases, las cuales se pueden realizar una tras otra o de manera continua:

  1. Observación y análisis del medio donde se busca diseñar, descubriendo necesidades.
  2. Evaluación, mediante la organización y prioridad de las necesidades identificadas.
  3. Planeación y proyección de más de una solución posible y viable.
  4. Construcción y ejecución, plasmando a la vida real la idea inicial.

Al analizar estas fases, llevándolas al diseño web y móvil, podemos descubrir caminos que nos lleven a una solución satisfactoria, tanto para quien ofrece el servicio como para el usuario, pues hay muchas maneras para construir un producto para estas tecnologías.

Es importante producir el diseño «correcto» para una página web o una aplicación móvil. Un sitio web mal diseñado o una app deslucida puede dañar la imagen de una compañía y su relación con sus clientes. Por esto creemos que hay una seria de prácticas que debemos aprovechar para asegurar un estándar de calidad, accesibilidad y seguridad en todo sitio web o aplicación móvil.

El proceso de diseño

Contenido – la parte más importante de todo sitio web o de una aplicación móvil. La información que proporciona debe ser comprensible, clara, atractiva y vigente. No importa la cantidad, sino la calidad.

Accesibilidad – es importante tomar en cuenta dentro del diseño de una página de Internet o de una app cómo llegará al usuario final. Con billones de sitios web y una cantidad similar de aplicaciones, debemos facilitar el hallazgo de nuestros sitios y apps con estrategias de SEO (Search Engine Optimization) o ASO (App Store Optimization).

Sencillez – la experiencia del usuario (UX) es uno de los objetivos más importantes, una sencilla navegación para acceder rápidamente a la información necesaria es trascendental. Generalmente, si hay que explicar cómo hacer algo, no está bien hecho. El diseño debe ser fluido e intuitivo.

Responsividad – en la actualidad, es importantísimo que un sitio web funcione correctamente en una enorme cantidad de dispositivos, como PCs de escritorio, tablets y una gran cantidad de smartphones con sistemas operativos diferentes. Lo mismo en aplicaciones móviles, nuestras apps deben funcionar tanto en los dispositivos más modernos como en generaciones anteriores. Un usuario que no pueda ver correctamente la información que busca la primera vez no volverá a utilizar el sitio o aplicación.

Eficiencia y efectividad – debemos pensar en los recursos del usuario final, no todos tienen una conexión de banda ancha a máxima velocidad o un dispositivo con la mayor cantidad de memoria y poder de procesamiento disponible. Por esto nuestros diseños deben funcionar igual de bien en la mayor variedad de dispositivos como sea posible. ¿De qué sirve un gran diseño si no cumple con lo que promete?

Compromiso con el usuario – la relación con el usuario no termina en cuanto visita nuestra página o descarga nuestra aplicación, al contrario, apenas comienza. Debemos garantizar que su experiencia sea lo más agradable posible para que vuelva, recomiende el sitio o la aplicación y no sólo eso, que también participe. No sólo depende de la página principal o la app, requiere de una integración con otros servicios, como redes sociales, para mantener abiertos los canales de comunicación.

Análisis – ¿cómo sabemos si lo que hemos hecho funciona? Valerse de herramientas de análisis es esencial, pues nos permite revelar si la experiencia del usuario que planeamos funciona, y en caso de que no, ajustar y corregir.

Seguridad – los usuarios deben confiar en el producto; si lo hacen, participarán, compartirán su información, comentarán sobre él y lo recomendarán. Es importante brindarles una plataforma segura, ser honestos y claros sobre cómo se maneja su información personal. La seguridad debe ser proporcional a la delicadeza de los datos con que se opere.

Estos sólo son algunos puntos importantes a tomar en cuenta en el proceso de diseño de un sitio web o una aplicación móvil, no son los únicos ni deben seguirse forzosamente, pues cada necesidad requiere de un procedimiento único y diferente, son una guía básica que nos puede ayudar a llegar a la mejor solución posible.



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